OBLATI_ES
OBLACIÓN LAICAL ORIONITA
Líneas de vida espiritual y apostólica
¿Cuáles son los motivos inspiradores de la oblación laical?
El “carisma de fundación” es un don, un valor dado por el Señor a una comunidad de personas en vista al bien para toda la Iglesia; es un “reconstituyente evangélico” (un valor evangélico concentrado) para el bien de la vida de la Iglesia.
El “carisma” compromete hoy no sólo a los religiosos y a las hermanas de Don Orione, sino también a los laicos. Recientemente Juan Pablo II, dirigiéndose a los laicos orioninos, les ha solicitado estar “dispuestos a responder con renovado impulso a los desafíos de nuestra época y de los años que vendrán, dirigiendo siempre la mirada hacia la figura y los ejemplos del Fundador para ser su continuación viviente”.
Los Capítulos generales de la Pequeña Obra de la Divina Providencia , en 1992 y 1998, promovieron “la vocación y el rol de los laicos”; el Movimiento Laical Orionino coordina el camino común y la formación.
Para responder al deseo de algunos laicos que deseaban de alguna manera “consagrarse” al Señor y a la Familia orionina, en 1994 se pusieron en marcha los primeros grupos de “oblación laical orionina”.
¿A quién va dirigida esta propuesta de oblación?
“ La Oblación Laical Orionina ” está destinada a personas que desean vivir una particular “dedicación” espiritual, apostólica y orionina y que están disponibles para que su compromiso sea estable, comunitario y eclesial.
La propuesta de Oblación va dirigida a hombres y mujeres, casados o solteros; a personas unidas a grupos orioninos o no, a jóvenes y no tan jóvenes. En una palabra, en el camino de oblación pueden participar todos aquellos laicos que se sienten “familia” de la Obra Don Orione.
¿Cuál es el motivo de la Oblación?
El camino de oblación trata de ayudar al laico orionino a imprimir en toda su vida una orientación de ofrecimiento a Dios y al prójimo.
Motivo específico es compartir como laicos el carisma orionino como vía de santificación personal y como vía de apostolado en la Iglesia para “acercar los pequeños, los pobres y el pueblo a la Iglesia y al Papa para “instaurare omnia in Christo” (instaurarlo todo en Cristo) mediante el ejercicio de la caridad” (Don Orione).
¿Qué es la Oblación?
Es un ofrecimiento a Dios que da una carácter nuevo y estable a toda la vida. Es más que una asociación porque compromete toda la vida delante de Dios y en forma estable; es menos que la consagración porque no se realiza por la radicalidad del ofrecimiento de sí mediante la castidad en el celibato, la obediencia al superior y la pobreza en el compartir totalmente los bienes.. Estas son diferencias en la “forma” de vida, pero lo que cuenta es lo “sustancial” del amor.
¿Cuál es el nombre de los miembros?
Simplemente o blatos 0rioninos.
¿Con cuál vínculo se compromete el Oblato?
El Oblato se compromete con la promesa de “caridad evangelizadora” hecha a Dios y en el grupo de oblación. La misma comporta una obligación moral de fidelidad a lo prometido.
La Promesa se hace después de un período de discernimiento y formación. Conforme a la discreción que debe rodear a esta oblación, también el pequeño rito de la promesa conviene que ocurra en el contexto del grupo de oblación y de la Familia orionina.
Con la promesa el Oblato participa de la comunión espiritual y de la misión de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.
¿Cuál es la fórmula de oblación?
Esta es la fórmula:
Para responder al amor providente de Dios, que me llama a “hacer de toda mi vida un gozoso holocausto de caridad cristiana y apostólica, una hostia pura de sacrificio a los pies del Papa y de la Iglesia”, yo (nombre y apellido) me dono como oblato/a en la familia orionina. A tal fin hago promesa de vivir la caridad evangelizadora tendiendo a la perfección evangélica y para colaborar en el mundo y con los medios del mundo, a “instaurare omnia in Christo” y en la Iglesia,
La gracia de Dios y la comunión fraterna me ayuden a ser siempre fiel. Amén.
¿En qué consiste la caridad evangelizadora?
Ella consiste - explica Don Orione - en “abrir nuestros corazones y nuestros espíritus a este nuevo apostolado: armémonos de caridad y reuniremos en la unidad de la Iglesia de Dios a los pueblos, y entonces los pueblos tendrán la paz de Cristo en el Reino de Cristo. Un ejército nuevo armado de humildad, de pureza, de fe, de caridad. Nuestra vida debe ser un ágape en el que cada uno ofrece en vez de tomar. ¿Qué se puede hacer de más de nuestras lágrimas, de nuestro amor, de la vida, de la sangre de una consagración a Dios y un holocausto para la felicidad de los hombres? Decidámonos: quiero ser hombre/mujer de Dios y impreso sobre la horma de Jesucristo”
¿Cuál es el apostolado del Oblato?
La vida apostólica del Oblato Orionino está marcada por la “estrategia de la caridad” vivida y enseñada por Don Orione: “¿Cómo nos salvaremos nosotros, a los hermanos y a los pueblos? ¡Con la caridad! ¡Con la caridad que se hace holocausto, pero que vence todo, con la caridad que unifica e instaura todas las cosas en Cristo!”.
El apostolado del oblato laico orionino no está caracterizado por algún tipo de obras en particular o iniciativas especiales, sí por su actitud interior y práctica, por su vivir todo y siempre para “instaurare omnia in Christo”, uniendo a la Iglesia mediante la caridad. Según las indicaciones de la Iglesia para los laicos consagrados, su compromiso debe ser público mientras su consagración debe hacerse con discreción.
Por lo tanto, la caridad evangelizadora se vive de la siguiente manera:
• “como levadura de santidad y de caridad escondida” en el mundo y con los medios del mundo, es decir: en las situaciones, en los ambientes y en el trabajo o profesión habitual del laico;
• como colaboración en las obras y en la actividad de la Familia Orionina - cuando ello sea posible - para contribuir a convertirlos en “faros de caridad” y “nuevos púlpitos desde donde hablar de Cristo y de la Iglesia” (Don Orione); por lo tanto, cultivará la comunión con todos los miembros de la Pequeña Obra de la Divina Providencia convirtiéndose en constructor del espíritu de familia que nos distingue;
• Como animadores de especiales iniciativas sociales y pastorales que el grupo laical intente desarrollar comunitariamente para el bien y la unidad de la Iglesia: (amor al Papa y a los Obispos, vida parroquial y diocesana, diálogo ecuménico y con los alejados de la Iglesia); y de la sociedad: (defensa de los derechos humanos, de la dignidad del hombre y de la mujer, protección y defensa de los más débiles, solidaridad, convivencia y fraternidad entre las razas y culturas, etc.).
¿Qué es el compromiso de la vida espiritual?
La vida espiritual se alimenta de la oración de la Iglesia, según el estilo del pueblo. Don Orione enseñaba una oración “sin complicaciones ni sentimentalismos”, fruto de una “piedad sólida y ardiente”, arraigada en la Palabra de Dios, en los Sacramentos, en la caridad.
Viviendo la unión con Dios, el Oblato orionino une en la oración a todas las personas y las actividades en que la voluntad de Dios lo llama en su santa labor cotidiana para “instaurare omnia in Christo” . “El hombre vale tanto cuanto reza. De nuestro trabajo queda lo que está cimentado en la oración”. (Don Orione).
El Oblato cultivará en lo posible la práctica de:
• La Santa Misa , en la que ofrece, junto a Cristo, a sí mismo, su trabajo, sus alegrías, sus sufrimientos, para edificar todo en Cristo;
• Oración de Laudes y Vísperas para unirse a la Iglesia en la alabanza a Dios y santificar el tiempo;
• Meditación de la Palabra de Dios para evangelizar la propia vida y entrar en coloquio cotidiano con el Señor:
• Retiro espiritual, posiblemente con el grupo, para favorecer el crecimiento interior y reavivar el compromiso de su oblación a Dios;
• Según las situaciones y posibilidades personales, adoptan las ayudas espirituales que ofrece la Iglesia (confesión frecuente, dirección espiritual, devoción mariana, devoción eucarística, etc.) y de la tradición orionina: (oración por la fidelidad al Papa, oraciones y escritos de Don Orione y otras devociones particulares).
¿Cómo se organiza el Grupo de Oblación?
• Para poder llamarlo Grupo es esencial que por lo menos esté formado por tres miembros que se comprometen con una promesa al Señor y recíproca. Con preferencia que sea un grupo - Iglesia y no de una sola “categoría”, o que por lo menos tienda a convertirse en ello cuanto antes.
• En el camino de un Grupo, el punto más importante es el encuentro comunitario con frecuencia por lo menos mensual: para compartir la vida fraterna, hacer oración, reflexión, experiencias vividas, etc.
• El Grupo debe tener vida propia, se organiza de modo autónomo para ser capaz de ofrecer estabilidad y una comunidad al camino de oblación de los miembros. Es importante la ayuda de Religiosos y/o Hermanas de Don Orione.
• El Grupo debe tener un mínimo de estructura y dinámica de vida: el responsable, un animador Orionita, (Religioso y/o Hermana), tiempos y formas de encuentros, actividad, etc. Debe comenzar el propio camino simplemente y con fervor. Periódicamente se hace la revisión de vida del Grupo y se confronta con los demás Grupos de oblación orionina.
• A nivel Provincial son coordinados por uno de los consejeros provinciales y a nivel general, por uno de los consejeros generales.
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